lunes, 25 de junio de 2012

El día internacional de la música


Cada mañana el telediario tiene por costumbre informarnos, además de las pequeñas noticias novedosas, de unos cuantos asuntos fijos. Léase: Economía, política, fútbol y "hoy es el día Internacional de...".
Esto último me llama la atención. Antes era costumbre acordarse del santo o la santa del día y de algún acontecimiento histórico, generalmente batallas ganadas o alzamientos varios, todo muy de la patria. Ahora, cosas de la globalización, nos señalan el Día de la esclerosis múltiple, el Día de la esclavitud infantil, el Día de los museos... Sí, pero añadiendo, por supuesto, la palabra Internacional, que no he querido repetir.
No le doy demasiada importancia al tema. Sólo que la noche del jueves pasado, 21 de junio, por ser el solsticio de verano y una fecha que me emociona especialmente, resulta que se celebraba el Día Internacional de la Música y resulta también que el buen amigo Gran Bob, que regenta junto a Nines la maravillosa taberna Vinos Chueca en Casetas, había decidido organizar una fiesta invitando a varios amigos músicos, que se fueron sumando hasta conformar un cartel que ya no cabía en la pizarra que tenía preparada para anunciarlo.


Cuando algo me huele bueno, allá que voy. 
Roberto Artigas [Gran Bob], además de ser muy buen músico, tiene el don de aglutinar ingredientes de primera y cocinar una velada musical que da gusto saborear y te deja con ganas de más. Con un buen caldo de base [el garito a tope de gente y de alegría] comenzó él mismo guitarra en ristre [el fuego que calienta la olla], y fue añadiendo a Joaquín Carbonell [aceite de la tierra], a David Liquen [la sal de Remolinos], Insolenzia [potentes guindillas], La Magra Humana [panceta extra], Manda Shai [aromático y poético perejil de Luceni], y diferentes embutidos y verduras ribereñas de la mejor calidad: El Don, A 5 bandas Set, Aurora Boreal, Yago Voyeur, Sari Quiu, El Inspector, El Suso. Incluso los espontáneos garbanzos que saltaron al fogón del hogar y terminaron de redondear el exquisito cocido, con punteos y rasgueos de guitarra a lo Antonio Vega o Janis Joplin, la desgarradora voz de Sara transmutada en Aurora Beltrán, Nines en francés con 'Le Métèque' y el colofón del maestro-padre Artigas marcándose un tango excepcional.
Un solsticio musical inolvidable.
Y aquí dejo constancia, para eso, para que no se olvide.
Gracias Gran Bob! Cuánto vales!


La Magra Humana

Aurora Boreal

David Liquen

Insolenzia

Joaquín Carbonell

Manda Shai y Don Rockanroll

Sari Quiu con Olga a la guitarra

Nines con Gran Bob a la guitarra

El señor Artigas

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